Realiza obras en óleo y en temple con títulos significativos relacionados con sus búsquedas e investigaciones, sobre psicoanálisis: El Complejo de Edipo, El verdadero Retrato del Conde de Lautréamont, Siete hijos y el fantasma de la madre, Historia de dos Personajes Automáticos; sobre la filosofía Zen: El Profeta, El Tibet, El Lama, El Mensaje, Los Signos, El Destino, El Maestro, El Encuentro, Los Jueces. En otras, materializa el paisaje de su tierra natal: El Ampurdán, La Piedra, El paraíso perdido y Gaudí, junto con los recuerdos de su historia personal en la serie Imagen persistente de un antepasado.
En forma simultánea con la producción anterior aparece una nueva figuración con la serie Noicas: «hadas de la vida y del destino», según Batlle Planas.
Exhibe en la Galería Müller una nueva serie de pinturas que denomina Los Mecanismos del Número que revela su interés por el número, por la escritura automática y por los ritmos energéticos uno de sus aportes teóricos más importantes. 1948.
Inaugura su taller en la calle Santiago del Estero 938. Recibe allí a sus primeros alumnos Roberto Aizemberg, Julio Silva, Juan Andralis, Inés Blumencweig, Raquel Rascovsky, Jorge Kleinman. Convocado por Julio Payró presenta la muestra retrospectiva de su obra en el Instituto de Arte Moderno de Buenos Aires. 1949.
6. Nacimiento de puntos iniciales, “Puntos-Fuego”.
Con el nacimiento de puntos iniciales comienza un nuevo concepto general de cosas. El ritmo y la voluntad de ritmo con que el grafismo se enriquece, la relación que tienen esos puntos centrales hacia los puntos más alejados, las imágenes que de ellos resultan. Causaron en nosotros asombro. Esta trama inicial parecía la previa construcción de un orden cósmico en relación a la imagen de surgir(…) el pintor surrealista Jacques Herold, que titula “Puntos-Fuego”, dice en desbordante poesía: “siendo el cristal una forma del porvenir de la forma y de la materia, la pintura debe alcanzar la cristalización del objeto. Principalmente, el cuerpo humano, es una constelación de puntos-fuego de donde irradian los cristales”. Antes proclama: “Es preciso ser vidente, hacerse vidente”.
Noica
Nunca oisteis su nombre.
Sin embargo, cuando un sueño cualquiera entretejió fosforescentes
redes sobre el rostro del tiempo,
Noica estuvo.
Tal vez su cabellera fuera para vosotros la marea letárgica
por donde sube el cielo la primer navidad
-esa novia que flota con su ramo de cristal escarchado y una
plateada en la garganta-, Acaso sus ropajes fueran para vosotros un ámbito en que lentamente las hojas, las diademas de lianas y de lluvias Cuando el amor golpea con sus manos el follaje encantado.(...)
«…Y aquí volvemos a encontrarnos frente a los cuadros de Batlle Planas como espectadores, y como espectadores que saben que un artista nos envía un mensaje plástico directamente a nuestra sensibilidad, que intenta llegar a nuestra comprensión por un camino no racional. Nos habla en sus cuadros de vagas angustias, de ensueños, de aspiraciones indefinidas, de entes ideales a cuya grandeza uno quisiera aproximarse, y todo esto en un lenguaje de colores nunca siquiera imaginados, de azules y grises de una transparencia solo posibles en la atmósfera del sueño.»
«…Desde sus primeras obras, que datan de 1935 (véase que no tuvo prisa por exponer) se advierte que Batlle Planas vuelve la espalda a lo real. Realiza proyectos decorativos, dibujos y pinturas resueltamente no figurativos, en dos y tres dimensiones. Quizá no pueda hablarse aún de arte superrealista: el buceo de la subconsciencia aun no ha comenzado. Pero ya estamos en terreno distanciado de la intuición y el racionalismo. El campo se prepara para la simiente de la liberación por el instinto».