Recibe el Premio Palanza, máximo galardón otorgado por la Academia Nacional de Bellas Artes, (1960).
Crea el “Instituto Privado de Investigación de la Forma” en su nuevo “Taller Juan Batlle Planas” de la calle Vicente López N° 2236, donde continúa con sus cursos, la enseñanza de alumnos, incluyendo en la misma a los niños.
Exhibe sus primeros objetos de madera, Cajas, de concepción plástica y movimiento libre, en la Galería Van Riel, cuyos antecedentes datan de la década del 40, (1960).
La Academia Nacional de Bellas Artes lo declara "Miembro de Número", (1962).
Realiza una sucesión vertiginosa de exhibiciones individuales en galerías de Buenos Aires y del interior del país. En su última etapa se acerca a las tendencias abstractas. Hace desaparecer del cuadro todo elemento extra-pictórico, revalorizando el soporte. Introduce el signo lingüístico, (1963-1966).
Integra el envío argentino a la VIII Bienal de San Pablo en el marco de la muestra Surrealismo y Arte Fantástica, 1965.
Presenta una muestra en la Embajada Argentina de Washington. Esta exhibición es presentada en la galería Foussats de Nueva York, (1966).
Fallece en Buenos Aires, el 8 de octubre de 1966.
Como Borges
Cuando uno sabe
que los nombres, las fechas y la historia
le son dados,
para unirlos sabiamente en personajes
y en la palabra descansan como de uno
los extraños hechos, las bebidas saladas
o las dulces estrofas del himno
canta,
…En la pintura de Batlle Planas se camina para el dédalo de la Ciudad sacralizada, que todo lo une y todo lo separa en un mismo haz de posibilidades sin principio ni fin: el signo Zen, el espacio metafísico de Chirico, los sueños surrealistas de Max Ernst, la precisión desplegada de los planos cubistas, el lirismo bíblico de Chagall, ese modo cortes que tenía Morandi para descubrirle al color su secreto silencio.
Juan Batlle Planas es uno de los artistas descollantes de la Argentina, país que se destaca claramente actualmente con claros méritos, por la seriedad auténtica de sus investigaciones concernientes a la evolución de una actividad que se ha vuelto cada vez más misteriosa y ardua y, en consecuencia cada vez más apasionante. Señalamos a Batlle Planas: la extraordinaria riqueza de su fantasía estética y la extraordinaria riqueza de su curiosidad plástica.
Una palabra
A Juan Batlle Planas
Originada por el hacedor de vértigos,
inscrita en los muros de la casa negra,
una palabra inmola
a la de ojos feroces.
En amoroso silencio ella entona
la canción para el yacente.
…Avanzando en la década del 60, en ese vaivén que se da en el ritmo creativo de Batlle, yendo de lo oculto a lo manifiesto y viceversa, de lo comprensible a lo incomprensible, retoma el lenguaje críptico, reestructurado bajo los influjos de la psicología de la forma.
Creo que es esto lo que encarnan sus “poemas”, composiciones que rezuman las experiencias recogidas durante el aprendizaje de aquella disciplina...